domingo, 21 de octubre de 2012

Visto para sentencia (I): El camino de la justicia

Según se recoge en un artículo de EnCiezaDigital “El Tribunal Europeo de Derechos Humanos anunció este miércoles que su Gran Sala de 17 jueces revisará la sentencia que el pasado 15 de mayo avaló a España en el despido en 1997 como profesor de Religión de José Antonio Fernández Martínez, un sacerdote de Cieza casado y con cinco hijos”. En mayo de 2010 publique dos entradas (Visto para sentencia (I): El camino de la justicia y  (II): El camino del amor) sobre nuestro vecino José Antonio Fernández Martínez que reproduzco literalmente y de forma sucesiva; con ellas mi plena solidaridad con José Antonio. Ambas entradas siguen teniendo plena vigencia con las noticias de esta semana. Seguimos esperando la sentencia.

Estrasburgo y las instituciones europeas parecen estar lejos. Pero va a ser una de esas instituciones (Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo) la encargada de dictar sentencia sobre una reclamación presentada por un vecino nuestro de 73 años: Jose Antonio Fernández Martínez. La sentencia de Estrasburgo sentará jurisprudencia y podría tener efectos en los recursos por despidos presentados por profesores de Religión en toda España.Desde hace trece años José Antonio reclama la nulidad de su despido como profesor de religión por considerarlo profundamente injusto y fundamentado en argumentos que son absolutas mentiras. En octubre de 1991, comenzó a ejercer, contratado por el Obispado, en un instituto de Caravaca de la Cruz y después en otro de Mula hasta el curso 1997/98 hasta que fue despedido. Tanto el Obispado, en el momento de contratarlo, como el claustro del centro y todos sus alumnos conocían su condición de ex-sacerdote casado y con cinco hijos. Fue cesado en noviembre en 1997, después de que se hiciera público que participaba en el Movimiento Pro Celibato Opcional. En concreto, parece ser que el detonante para el despido fue una fotografía tomada con motivo de su asistencia a una reunión del Movimiento Pro-Celibato Opcional, a la que acudió como público. Una fotografía, publicada en el diario 'La Verdad' en noviembre de 1996, con la familia en la que no se hacía alarde de su condición de sacerdote casado, sólo dejaba constancia que estaba allí como otras muchas personas participando de una reunión prevista de tipo informativo en la que José Antonio no tuvo ningún tipo de intervención; un año después era cesado como profesor de religión.

En un primer momento, José Antonio interpuso un recurso contencioso-administrativo contra su cese y el Juzgado de lo Social número 3 de Murcia lo declaró nulo el despido, condenando al gobierno regional a su readmisión y a la Administración del Estado a abonarle los salarios dejados de percibir. Ante esto el Obispado de Cartagena, la Región de Murcia y la Administración del Estado interpusieron recursos de suplicación en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia quien revoca la sentencia dando la razón al obispado por considerar que no había existido despido, sino sólo una no renovación de un contrato temporal, descartando vulneración de derechos fundamentales. El total desacuerdo con la sentencia llevo a José Antonio a presentar demanda de amparo ante el Tribunal Constitucional que rechaza en decisión del pasado 4 de junio 2009 la demanda de amparo presentada por cuatro votos a dos; los dos votos particulares expresaban el disentimiento con la metodología utilizada y la fundamentación de la sentencia, así como con el fallo desestimatorio; a su juicio se vulneraron los derechos del recurrente, resaltando que el respeto a la libertad de criterio de las confesiones no es absoluto, por lo que se le debería haber otorgado el amparo solicitado.


Ahora mismo su caso está listo para sentencia en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Para los que conocemos a José Antonio las alegaciones presentadas por la iglesia son una gran mentira que en absoluto se corresponden con la realidad. Entre las alegaciones de la conferencia episcopal se puede encontrar el siguiente argumento: sus opiniones son contrarias a la fe católica e incompatibles con ella y, además, no se puede aceptar que se ha atentado a su derecho a la intimidad cuando ha sido él quien, de manera voluntaria, la ha revelado con sus manifestaciones.... Los caminos de la justicia son muy complicados y en ocasiones difícilmente compresibles.


Otros puntos de vista. Para saber más

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