miércoles, 20 de abril de 2011

Semana Santa de Cieza (III): Los Armaos son tan antiguos como el propio cristianismo

Poco antes de la Semana Santa de 2007 Isabel Mira Ortiz, invitada por el Centro de Estudios Históricos Fray Pascual Salmeron, impartió una excelente conferencia en el Museo de Siyâsa titulada La Danza de la Caracola de ”Los Armaos” de la Semana Santa de Cieza; el contenido de la charla fue publicado en el número 14 de la revista Andelma. Ella es doctora en historia, responsable del Ciclo de Conferencias. Textos Literarios de La Pasión organizado por la Fundación Caja Murcia que ya se ha consolidado como un referente en nuestra región; y acaba de publicar el libro titulado Los Armaos. Orígenes e Historia. Ahora , en el contexto de la promoción del Interés Turístico Nacional de nuestra Semana Santa, me ha parecido muy oportuno pedirle a Isabel Mira, como experta en el tema de la semana Santa y su simbología, unas palabras sobre nuestros Armaos, sobre el Tercio Romano de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Van a ser dos entradas sucesivas; en esta primera recojo sus palabras sobre el origen de los Armaos y, en la siguiente, sus palabras sobre los Armaos del Tercio Romano de Cieza.

Los Armaos son tan antiguos como el propio cristianismo, ya que así lo exponen los cuatro evangelistas, pues fueron los que prendieron, flagel
aron y crucificaron a Cristo. Se les conoce por Centuriones, soldados romanos, y en algunos lugares –Cartagena, por ejemplo- como judíos, pues lo eran la mayoría de ellos, aunque al servicio del Sanedrín o de Poncio Pilatos, gobernador de la región hebrea en ese tiempo. Armaos se les definió en el siglo II ya que fue cuando sus cascos se forjaban, en parte, en hierro, pues durante el mandato de Octavio Augusto lo eran en oro.

Podemos decir que hay dos tipos de Armaos, unos los Soldados Romanos, evangélicos, que han sido históricamente rechazados y nombrados como sayones o esbizrros por su participación activa en la Pasión de Cristo y otros los Armaos que hoy en día conocemos, queridos por las gestes, respetados, y emblemáticos en las procesiones de Semana Santa. Su presencia en estos desfiles es culturalmente imprescindible iconográficamente de gran abolengo y belleza.

Los Armaos queridos que hoy conocemos tienen sus orígenes en la religiosidad popular, y más concretamente en la Literatura de tradición oral. Nacieron en Inglaterra en el siglo XII cuando los juglares de época escenificaban pasajes de la Pasión de Cristo, dando así lugar a los primeros embriones de Autos de Pasión en lengua vernácula, que se extendieron por toda la cristiandad, muy alejados de esos otros recitados en latín en el interior de los templos y Abadías, cultos, que tenían lugar desde el siglo VI. Estos cómicos, o juglares influyeron en las gentes hasta llevarlos, como aficionados, a representar pasajes de la Pasión, casi siempre la Entrada en Jerusalén de Jesús y El Prendimiento, popularizándose este incipiente teatro pasionario. En las escenificaciones en latín los soldados romanos no eran representados, en los populares sí, pues está documentado que ya intervenían en el siglo XIII.


Otro paso adelante fue cuando en el siglo XVI la religiosidad popular los introdujo en los templos al encomendarles la vela del Monumento durante el Triduo Pascual, hecho que tiene su antecedente en el siglo XIII cuando soldados romanos acompañaban a la Custodia en la Procesión del Corpus Christi. Dicha vela está documentada que la realizaban ya en el siglo XI los asistentes a los templos y que lo hacían pertrechados de armas.

Isabel Mira Ortiz
Abril 2011

¡¡Por nuestra Semana Santa y su declaración de interés Turístico Nacional!!

Pd. La imagen que acompaña esta entrada es parte de la portada de la Revista El Anda; su autor es Manuel Carpio López.

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